martes, 23 de noviembre de 2010

Escúchanos a través de la web

"Sensaciones de Amor" de lunes a viernes de 8:00 a 10:00 de la noche (Hora de Perú)

Lo mejor de la música romántica en un programa diferente, bajo la conducción de Carlos Eduardo, con secuencias especiales cada día: en la segunda hora del programa:

Los lunes en la segunda hora del programa, un especial de una hora con las mejores baladas de la década de los 90.

Los martes canciones nuevas y lo mejor de las baladas de la última década.

Los Miércoles, la historia de la semana, historias románticas y reflexiones para la vida y el alma combinada con la mejor música romántica, una combinación romántica perfecta.

Los Jueves, "Tu canción Poesía", la letra de canciones románticas convertidas en poesía en la voz del conductor.

Los Viernes, "Los 3 Poemas románticos de la Semana", los autores más reconocidos y la poesía más romántica, verso a verso vive el románticismo y el sentimiento más tierno combinada con la mejor música.

Pronto transmitiendo por internet, la web está siendo actualizada, y modificada, la pueden visitar haciendo click en la imagen:















miércoles, 17 de noviembre de 2010

La Historia de la Semana

Los Tres Ancianos


Una mujer salió de su casa y vio a tres viejos de largas barbas sentados frente a su jardín.



Ella no los conocía y les dijo: -No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor entren a mi casa para que puedan comer algo.

Ellos preguntaron: -¿Está el hombre de la casa?


-No-, respondió ella, -No está. -Entonces no podemos entrar-, dijeron ellos.


Al atardecer, cuando el marido llegó, ella le contó lo sucedido.

¡Entonces vé, diles que ya llegué e invítalos a pasar!

La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su casa.


-No podemos entrar a una casa los tres juntos-, explicaron los viejitos.


-¿Por qué?-, quiso saber ella.

Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y explicó: -Su nombre es Riqueza... Luego indicó hacia el otro. -Su nombre es Éxito... y yo me llamo Amor. Ahora ve adentro y decidan con tu marido a cuál de nosotros tres Uds. desean invitar a vuestra casa.

La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que le habían dicho.

El hombre se puso feliz: -¡Qué bueno! Y ya que así es el asunto, entonces invitemos a Riqueza, dejemos que entre y llene nuestra casa de riqueza.

Su esposa no estuvo de acuerdo: -Querido..., ¿Porqué no invitamos a Éxito?

La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra esquina de la casa y vino corriendo con una idea: -¿No sería mejor invitar a Amor? ¡Nuestro hogar entonces estaría lleno de amor!.

-Hagamos caso del consejo de nuestra hija-, dijo el esposo a su mujer. Ve afuera e invita a Amor para que sea nuestro huésped.


La esposa salió afuera y les preguntó a los tres viejos: -¿Cuál de ustedes es Amor? Por favor, que venga para que sea nuestro invitado.

Amor se puso de pie y comenzó a caminar hacia la casa. Los otros dos también se levantaron y lo siguieron.

Sorprendida, la dama les preguntó a Riqueza y Éxito: -Yo sólo invité a Amor, ¿Por qué también vienen Uds.?

Los viejos respondieron juntos: - Si hubieras invitado a Riqueza o Éxito, los otros dos habrían permanecido afuera, pero ya que invitaste a Amor, donde sea que él vaya, nosotros vamos con él. ¡Dondequiera que hay amor, hay también riqueza y éxito!


miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Historia de la Semana

PROBLEMA


El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un Monasterio Zen.



Cierto día, el Guardián murió y fue preciso substituirlo.


El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.


Voy a presentarles un problema, dijo el Gran Maestro, y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.


Terminado su corto discurso, colocó un banquillo en el centro de la sala; encima estaba un florero de porcelana seguramente carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.


Éste es el problema, dice el Gran Maestro; - resuélvanlo -.


Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor.

¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma?


Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el "problema", hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al Maestro y a los alumnos, caminó resolutamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.


- ¡Al fin alguien que lo hizo! - exclamó el Gran Maestro - ¡Empezaba a dudar de la formación que les hemos dado en todos estos años!.


Usted es el nuevo guardián. Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó: - Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema". No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado.


Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae confort... "Solo existe una manera de lidiar con un problema": atacándolo de frente.


En esas horas, no se puede ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo.


Recuerda que un problema, es un problema. No tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es otra cosa más que "UN PROBLEMA".



Déjalo, hazlo a un lado y continúa disfrutando de lo hermoso y lo que vale la pena en la vida.


¡No huyas de él... acaba con él!.





miércoles, 3 de noviembre de 2010

La Historia De La semana

¡ZANAHORIAS, HUEVOS... Y CAFÉ!


Había una vez una hija que a menudo se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.



Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café.

Las dejó hervir sin decir palabra.


La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó la zanahorias y las puso en un tazón. Sacó los huevos y los puso en otro tazón. Sacó el café y lo puso en un tercer tazón.

Mirando a su hija le dijo: "Querida ¿qué ves?”


"Zanahorias huevos y café"- fue su respuesta.

Entonces la hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas.

Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera... Luego de sacarle la cáscara observó que estaba duro.


Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.


Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?"


Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.

La zanahoria llegó al agua, fuerte, dura... pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.

El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido...

Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.

"¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. Cuando la adversidad llama a tu puerta ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"

¿Y CÓMO ERES TÚ?
¿ERES UNA ZANAHORIA, QUE PARECE FUERTE, PERO QUE CUANDO LA ADVERSIDAD Y EL DOLOR TE TOCAN, TE VUELVES DÉBIL Y PIERDES TU FORTALEZA?
¿ERES UN HUEVO, QUE COMIENZA CON UN CORAZÓN MALEABLE?


¿POSEÍAS UN ESPÍRITU FLUIDO, PERO DESPUÉS DE UNA MUERTE, UNA SEPARACIÓN, UN DIVORCIO O UN DESPIDO TE HAS VUELTO DURO Y RÍGIDO?


¿POR FUERA TE VES IGUAL, PERO ERES AMARGADO Y ÁSPERO, CON UN ESPÍRITU Y UN CORAZÓN ENDURECIDO?....
¿O ERES COMO UN GRANO DE CAFÉ?
EL CAFÉ CAMBIA AL AGUA HIRVIENTE, EL ELEMENTO QUE LE CAUSA DOLOR. CUANDO EL AGUA LLEGA AL PUNTO DE EBULLICIÓN EL CAFÉ ALCANZA SU MEJOR SABOR.


¡SI ERES COMO EL GRANO DE CAFÉ, CUANDO LAS COSAS SE PONEN PEOR TÚ REACCIONAS MEJOR Y HACES QUE LAS COSAS A TU ALREDEDOR MEJOREN!